Perdonar ese pasado tormentoso

Medellín (Colombia)

Desde finales del año 2007 el señor ha sido quien ha permitido que un pasado consciente o inconsciente hoy se convierta en herida abierta, y en su amor misericordioso sea el bálsamo para suavizarlas, en medio de este proceso de sanación su obra ha sido para mí como lo es su voluntad buena agradable y perfecta y en mi dolor aun puedo ver sus manos guiándome.

Saber que él está pasando por mi vida me estremece y ver como se hace medico para lavar, desinfectar, purificar y cerrar mis heridas es una experiencia que solo por su gracia podemos vivir, al punto de llevarnos a perdonar ese pasado tormentoso que nos encadeno por tantos años.

La semana anterior al seminario se pasaron por mi mente dos situaciones que solo entendí después, aunque mi realidad era conocida plenamente por mi siempre quise taparla como un mecanismo de olvido, así como hacen los gatos con sus excrementos que le echan arena para tapar y este ejemplo es perfecto para mi pues esa situación me llevo a vivir por mucho tiempo una sentimiento de culpabilidad que me hizo cómplice en el silencio. Tema del cual Gabriel me aclaro que parte del trabajo de los abusadores es el hacer sentir culpable al agredido quedando en secreto este abuso y donde el mayor perjudicado es el abusado. Las dos situaciones fueron las siguientes:

  1. Le hice un comentario a mi hija mayor sobre las levantadoras de los hombres diciéndole que me aterraba verlos camuflados en ellas y que si era de cuadros peor, no recuerdo porque llegue al tema, pero si sabía de donde y porque salía el comentario, ella tiempo atrás se había enterado de lo que me había pasado pues quise hacerle parte de esa realidad para que nunca fuese victima de ello. Y sin embargo no sé porque no hice lo propio con mi hija menor.

  2. El sábado antes del seminario cuando iba a llevar a mi hija menor a clase de inglés ella lanzo un grito que del susto casi suelto el timón del carro, le pregunte que había pasado y ella me señalo a un señor que manejaba un taxi que se encontraba al lado, en ese instante el semáforo se puso en rojo y me dijo mira mamá que uñas tan largas gas, de inmediato se me vino a la mente una imagen pero sin claridad alguna y como siempre arenita y adelante.

Al día siguiente durante el evento aproveche al máximo esa bendición que Dios nuevamente me regalaba, hubo un momento en el que Gabriel en Oración expreso que Dios estaba pasando por entre nosotros y estaba sanando a una(s) niña(s) que fueron abusadas a temprana edad, de inmediato me percate pero como siempre cerraba mis oídos y todo lo que me conectara con ese pasado le ponía muralla, pues no quería remover y mucho menos enfrentar algo que generaba en mi tanto dolor y culpabilidad sin embargo mi mente no podía alejar esa realidad.

Entender que nuestros pasados pueden ser causantes de tanto dolor y enfermedad en la vida es algo realmente difícil de asimilar; pero experimentar la forma en que Dios actúa y abre nuestros sentidos para que desde su amor se hagan presentes en el hoy esos recuerdos que acorralan, aniquilan y atormentan nos deja ver que nada ni nadie nos podrá separar de su amor y no podrán evitara que experimentemos su perdón.

Este maravilloso regalo me permite adentrarme en lo mas profundo de mi ser y desde su misericordia me revela que sana mi ayer sanando mi hoy y de esta forma desato a quienes me causaron tanto daño al dejar una herida superficialmente cubierta, pero que en el fondo quedaba un dolor que nunca ceso de supurar. (Mt 16,19) “A ti te daré las llaves del reino de los cielos lo que ates en la tierra quedara atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo.”

Al siguiente día del seminario lunes 3 de marzo se reunieron las parejas como todos los lunes y el actuar de Dios no se hizo esperar, salió una pareja a dar testimonio y empezó mi calvario pues las palabras de ella de un momento a otro removieron ese pasado que tanto había guardado casi con cerrojo en un rincón donde pretendía que nadie llegara sin mi autorización.

Es tremendo confrontarme con lo que a continuación te digo: que poco confío en Ti señor, pues revele mí pasado a mi esposo, a mi hija y yo misma me amarre a el, y tu que tenías la forma de sanar mi corazón simplemente te aleje de mi.

Ella hablo de algunas cosas que me permitieron entender lo que había vivido durante los días anteriores al retiro:

Dijo que su abuelo la maltrataba con una uña larga de su mano, Hablo de que su salud a nivel del sistema reproductor le había causado mucho malestar, Nos conto de un fuerte dolor de cabeza que por muchos años la aquejaba, también se refirió al sentido del olfato (olores penetrantes) todo lo que ella iba contando me caía como pedrada en un ojo, pues relacionaba mucho su situación con la mía entendí el porque el olor natural del hombre me fastidiaba utilizando todo tipo de lociones que evitaban que su olor llegara a mi nariz, el olor a límpido causaba en mi nauseas. Esa noche después de enfrentar mi realidad comparándola con la vida de otra mujer que al igual que yo fue abusada en su inocencia, genero en mi un descontrol que al salir del lugar parecía una loca recién aparecida, llegue a casa inquieta y al acostarme empecé a sentir dolores bajos como si me estuvieran arrancando las entrañas y se le sumo un fuerte dolor de cabeza, mi esposo se quedo perplejo pues lo que vivía y sentía se lo iba comunicando, el solo se limitaba a tocarme y darme ánimos diciendo que Dios me iba a sacar adelante.

Al día siguiente al levantarme me sentía cargada emocionalmente, me fui para la escuela como todos los martes y al llegar allí, Patty la secretaria me saludo y al preguntarme como estaba dije bien y de inmediato rompí en llanto, me acompañaron al oratorio y fueron cesando mis lagrimas en medio de la oración de unas personas que se encontraban allí.

Tan pronto me sentí mejor Salí del oratorio para dirigirme a la emisora, pero al bajar al primero que vi fue a ti Gabriel y como buena magdalena me puse a llorar, me dijiste que conversara contigo y esa disculpa que siempre afloraba en mi para evadir salió a relucir, pero de nada sirvió esta vez intentar esconderme en ella, así que termine contándote todo lo sucedido conmigo durante esos 3 días, tu actitud fue sencillamente de escucha cuando termine me dijiste que el Señor estaba actuando poderosamente en mi pasado y empezaste a explicarme y aclararme un poco lo que estaba viviendo, luego jocosamente me dijiste que me ibas a regalar un pasaje bíblico, pero luego te arrepentiste y solo me lo prestaste con la condición de que era de carácter devolutivo; esta lectura era del libro de Isaías en el capítulo 60; 1 - 6 que es una oración de liberación, el Señor decía en ella que su luz llegaría sobre mí y su gloria amanecería sobre mí, en un instante cuando leíste que “a mis hijas las traería en sus brazos” esto me llamo fuertemente la atención, pues durante toda mi vida he estado presa de ese miedo de que les causen daño y desde este sentir las he protegido temerosamente por siempre, en ese instante tocaste tu cabeza diciéndome que tenias un fuerte dolor, situación que me lleno de preocupación pues la enferma era yo y me culpaba por habértelo ocasionado con mis problemas, después de un pequeño silencio nuevamente me hablaste y me dijiste que no preocupara que el Señor estaba mostrando a tu corazón que lo que estaba pasando era una sanación para mi, de una migraña que por muchos años tenía. Llore y llore como una niña pequeña, había sentido en ese trance de mi problema y su dolor jalones en mi cabeza y cuello inexplicables, pero mi atención en ti hizo que no le pusiera cuidado, solo cuando hablaste entendí que Dios estaba sanándome físicamente.

Sabes desde ese 4 de marzo hasta hoy mis migrañas que me llevaban a encerrarme en un lugar oscuro, sin ruidos de ninguna clase tomando medicamentos para calmarla los cuales muchas veces no tenían efecto terminando en urgencias. Esa que fue mi compañera por tantos años se ha ido y hoy puedo dar testimonio de ello.

Gracias por esa oración que me escribiste en el cuaderno créeme desde ese momento he podido sentir libertad en tantas cosas que cada vez que cruzo palabras contigo sigues confirmando el actuar continuo de Dios en mi vida, son tantas pero tantas las bendiciones que no quiero que me califiques como fanática ni a la que todo le pasa yo misma estoy extrañada y digo para mis adentros “ni que fuera la mas Santa” es que experimentar que su obra sigue curso en mi vida y enlazar cada momento de ella me da la certeza de que su presencia su nombre y su palabra me acompañaran todos los días de mi vida hasta el fin.

Dios siga bendiciendo tu vida y recuerda sigue deleitándote en él y él te concederá los deseos de tu corazón.

(...)

Que te quiere con corazón sincero